domingo, noviembre 18, 2007

• Caminar hacia la alegría


Muchos esperan tanto la felicidad que nunca la alcanzan.
Caminar hacia la alegría es ya disfrutar de ella. La alegría hace prosperar todo. Disfruta sencillamente de ella.
El alegre habla de estar vivo. La belleza resplandece en su faz.
Su caminar es armonioso, sus ojos miran con ternura, y sus palabras son adecuadas.

Se ríe con los que ríen. Tiene humor en las dificultades, y puede encontrar lo bueno en ellas.
Tiene el arte de ser feliz, de llevarse bien consigo mismo... y hasta de reírse de sí mismo.

Viven el aquí y el ahora. La felicidad tiene que ver con el despertar.

Si estamos ocupados en nosotros mismos no vemos la realidad que nos rodea. Pocos contemplan con todo su ser lo que ven.
Se asombran de lo que hace el viento, el agua, el fuego... de lo que hace el correr del día, del frescor de la mañana, del encanto del sol que nace...
Si no despiertas no podrás ver la felicidad que te rodea.
¡La vida es bella!
Hay que abrir los sentidos y los ojos a la vida.

(P. Elías Cavero Dominguez)

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